“El uso del vos, en lugar del tú, es uno de los fenómenos más característicos del español
rioplatense y, también, de los más extendidos y vigentes en casi toda América
hispánica. Hay que remontar el inicio del voseo español al siglo IV después de
Cristo. En ese entonces, el empleo del vos
en lugar del tú, tiene un valor social de sumo respeto. Se ciñe su uso al trato con el emperador....”
“Este vos reverencial se
habría ido extendiendo paulatinamente a las distintas autoridades (políticas, militares, religiosas) modificando el sistema del siguiente modo:
1. tú para el interlocutor de igual
autoridad,
2. vos para el interlocutor de mayor
autoridad.
“Las distintas lenguas romances presentarían entonces, en esos siglos, los
siguientes valores para el vos:
Vos: tratamiento para más de un interlocutor.
Vos: tratamiento para un colocutor
considerado [+ autoridad].
Vos: tratamiento para un colocutor
del que se espera un favor o beneficio.
Vos: tratamiento impersonal formal
(no afectivo) con un solo colocutor.
“Este esquema es el que conservan las distintas lenguas romances. Del antiguo uso del vos como plural
reverencial o de respeto hacia una persona considerada de mayor autoridad (el
rey o el emperador), se desprendió el vos
de cortesía o de respeto.”
“En los siglos XIII y XIV, advierte un
gran cambio social. Han ido reduciendo a los moros, y la sociedad se ha
estratificado en tres. En la parte de arriba de la pirámide, están los nobles o
caballeros; en la parte central, el clero; y en la base, los artesanos, los
labradores y los mercaderes. Estos tres grupos desarrollarán, en lo social,
normas internas y externas de tratamiento. El
tú se habría ido enriqueciendo, intragrupalmente, como tratamiento
solidario, informal, afectivo, y, también intragrupalmente, para indicar [- rango]....”
Estas modificaciones que se producían e el español de Europa no llegaron a toda América. En este continente, se introdujo el tuteo y tuvo dos ejes irradiantes: los virreinatos de México y del Perú, pero el resto de América, llamada América voseante, siguió utilizando el vos para la segunda persona singular, en tanto que el ustedes cubrió las dos formas del plural, la de la confianza y la del respeto, fenómeno común
con la américa tuteante y con Andalucía.
En América se conserva el voseo, considerado ya arcaísmo en la metrópoli, pero
que aquí constituye un fenómeno vigente.
Un autor americano, Rufino José Cuervo, explica la pervivencia del voseo en
este continente por el abuso que de la forma voseante hacían los españoles al
hablar con los inferiores. Según este crítico, es buena prueba de cómo trataban
a los indios y a los criollos. En cambio, un crítico español, Lapesa, considera
que el uso americano responde al abandono de distingos sociales y de normas
lingüísticas del conquistador.
chttp://www.elcastellano.org/artic/voseo.htm
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