Si sos
un amante de antigüedades y originalidades, te recomiendo ir al mercado del
barrio de San Telmo. De muy buena reputación desde el finales
del siglo XIX19, es el único
que quedó igual. Antes los clientes elegían a su puestero que podía ser más o
menos amable. Además, existía la libreta donde se anotaban lo que el cliente llevaba
o incluso un encargo. Más allá de comprar, es el lugar perfecto para encontrase. En esa
época, lose
puesteros buscaban una plaza poblada y de fácil
acceso.
Hoy, la
calidez del lugar te va hacer sentir como si estuvieras fuera en
casa. Para que puedas aprovechar completamente del ambiente, te sugiero que
vayas
un domingo. Anda al comienzo, a las 15 horas, para caminar tranquilamente de
puesto en puesto. Si fuera vos, me llevaría un maté para disfrutar de esta alegría con amigos. Te aconsejo que prestes atención a las cosas típicas.La feria de San Telmo es como un buen vino tinto. Cuanta más
viejo, mejor; que lo disfrutes!
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