Texto 4: CONTRA EL OLVIDO
Cuando José Arcadio Buendía se dio cuenta de que la enfermedad del insomnio había invadido el pueblo reunió a los jefes de familia para explicarles lo que sabía sobre ella. Explicó que lo más temible de aquella enfermedad no era la imposibilidad de dormir, pues el cuerpo no sentía cansancio alguno, sino su irremediable evolución hacia una manifestación más crítica: el olvido.
Cuando el enfermo se acostumbraba a su estado de vigilia empezaban a borrarse de su memoria los recuerdos de la infancia, luego el nombre y la noción de las cosas, y por último la identidad de las personas y aun la conciencia del propio ser hasta hundirse en una especie de idiotez sin pasado.
Fue Aureliano quien concibió la fórmula que había de defenderlos durante varios meses de las evasiones de la memoria. La descubrió por casualidad. Insomne experto, por haber sido uno de los primeros, había aprendido a la perfección el arte de la platería. Un día estaba buscando el pequeño yunque que utilizaba para trabajar con los metales y no recordó su nombre. Su padre se lo dijo: yunque. Aureliano escribió el nombre en un papel que pegó con goma en la base de aquel objeto: yunque. Así estuvo seguro de no olvidarlo en el futuro. Pero pocos días después descubrió que tenía dificultad para recordar casi todas las cosas del laboratorio. Entonces las marcó todas con el nombre respectivo, de modo que le bastaba solo con leer la inscripción para identificarlas.
Al poco tiempo, su padre le comunicó su alarma por haber olvidado los hechos más impresionantes de su niñez. Aureliano, apenado por lo que le sucedía a su padre, le explicó su método y José Arcadio Buendía lo puso en práctica en toda la casa y, más tarde, al ver lo buenos que eran los resultados, lo impuso a todo el pueblo.
Con un pincel lleno de tinta marcó cada cosa con su nombre: mesa, silla, reloj, puerta, pared, cama, cazuela. Fue al corral y marcó los animales y las plantas: vaca, chivo, puerco, gallina, yuca, malanga, guineo. Poco a poco, estudiando las infi nitas posibilidades del olvido, se dio cuenta de que podía llegar un día en que se reconocieran las cosas por sus inscripciones, pero que no se recordara para qué se utilizaban. Entonces fue más explícito. El letrero que colgó en la espalda de la vaca era una muestra ejemplar de la forma en que los habitantes de Macondo estaban dispuestos a luchar contra el olvido: “Esta es la vaca, hay que ordeñarla todas las mañanas para que produzca leche y a la leche hay que hervirla para mezclarla con el café y hacer café con leche”.
PREGUNTAS
1. Según el texto, José Arcadio Buendía descubrió que el insomnio provocaba…
a) agotamiento.
b) pérdida de memoria.
c) locura.
2. Según el texto, Aureliano Buendía…
a) encontró un remedio para curar la enfermedad.
b) se sentía perdido.
c) anotaba los nombres de las cosas.
3. Según el texto, José Arcadio Buendía usó el método de su hijo cuando…
a) parte de su infancia se borró de su mente.
b) comprobó que él se había curado.
c) se olvidó de cómo se preparaba un café con leche
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