“El que le roba a un ladrón tiene cien años de perdón”
Marcos (Ricardo Darín) y Sebastián (Gastón Pauls) son estafadores profesionales.
Son los personajes principales del film. Además Sebastián se hace llamar Juan para realizar las estafas. Marcos es un dentista que a causa de necesidad se dedica a engañar a la gente. Aparentemente Marcos ha enseñado y entrenado Sebastián para ser un gran estafador. No usa armas y siempre diferencia entre un ladrón y un estafador. Es astuto y arrogante, capaz de convencer a cualquiera de cualquier cosa. Egoísta y de personalidad camaleónica: al principio, desde el punto de vista del espectador, Marcos no parece ser una mala persona, al contrario, parece ser una persona confiable. Pero a lo largo del relato y finalmente, nos damos cuenta que no sólo realiza estafas por necesidad económica sino que es una persona que no tiene escrúpulos: le da igual estafar a un extraño que a su familia y amigos.
Sebastián es mucho más inteligente que Marcos y tiene la capacidad de ser un gran estafador pero tiene cargo de conciencia. El padre de Sebastián ha sido también estafador. Sebastián dice que no quiere dedicarse a la estafa y confiesa que no le ha quedado otra opción. Además, a diferencia de Marcos, es altruista; siempre está pensando en los demás, en su novia y en su padre que está en la cárcel. Es un hombre muy romántico y sentimental. Esto puede verse en la película cuando, por ejemplo, intenta recordar una canción que su mamá escuchaba cuando era pequeño, o cuando compra un juguete con el que él jugaba cuando era niño, el cual al final del film se lo regala a un niño pobre, o cuando regresa al hotel sólo para besar a su novia.
Si bien Marcos es un estafador profesional que logra estafar a todos, finalmente es él el estafado por todos. Sebastián en cambio pareciera ser incapaz de realizar estafas porque lo que mueve su accionar son sus sentimientos. El hecho de que finalmente se él el gran estafador no es una característica inverosímil ya que el móvil de su acción, beneficiarse economicamente sino recuperar el dinero que pertenecía a su novia.
En la película Nueve Reinas pueden distinguirse dos tramas. La trama principal de la película es la reconstrucción de la relación entre Sebastián y Marcos desde que se conocieron. El tema es la estafa; el detonante, el encuentro entre Sebastián y Marcos en el kiosco y la necesidad del primero de salir del problema en el que se había metido. Marcos explicita la necesidad que tiene el uno con el otro y le propone formar un equipo para realizar pequeñas estafas. El primer giro se da en el momento en el cual Sebastián parece sentir desconfianza del negocio que Marcos le propone. Le parece demasiado casual que el monto que necesitan para comprar las nueve reinas verdaderas coincida exactamente con el dinero que ellos poseen; el segundo giro, en el momento en que Sebastián se retracta y decide aceptar el negocio después de haber visitado a su padre que está en la cárcel. La cuestión central de la trama es si van a lograr o no el negocio, si van a ganar o perderlo todo. El clímax esta dado por el momento en el cual, camino al hotel para vender las falsas nueve reinas a Esteban Vidal Gandolfo (dueño de un holding y coleccionista de estampillas que tiene que salir del país con urgencia), dos carteristas en moto roban el bolso donde están las estampillas y las tiran al río. La trama se resuelve a partir de la decisión de comprar las estampillas verdaderas a la hermana de Sandler (una viuda de clase alta quién posee las nueve reinas, las cuales pertenecían a su esposo) corriendo el riesgo de no ganar tanto dinero como si hubieran vendido las falsas.
La trama secundaria gira alrededor de la relación de tres hermanos, Marcos, Valeria y Federico. Marcos ha estafado a sus hermanos y Valeria ha perdido la confianza en él.
El tema está dado por la necesidad de establecer una diferencia entre un estafador y un ladrón; el detonante la llamada Crisis Financiera del 2001. El primer giro se da en el momento en que Marcos le exige a su hermana que tenga sexo con Esteban Vidal Galdolfo para realizar la transacción; el segundo, en el momento en que Valeria finalmente acepta acostarse con Esteban Vidal Gandolfo sí y solo sí Marcos es capaz de revelarle a Federico, su hermano menor, que él lo ha estafado. La cuestión central de esta trama es el contexto socioeconómico que atraviesa la argentina. La falta de dinero, las deudas y problemas laborales. El clímax está centrado por el momento en el cual Sebastián y Marcos se dan cuenta de que lo han perdido todo, puesto que no han logrado cobrar el cheque a tiempo; la resolución, se da en el momento en que el espectador se da cuenta que Marcos ha sido el objeto de una gran estafa y que Sebastián, Valeria, Sandler y todo el resto de de los personajes, (con excepción de Federico) eran parte del complot.
Desde mi perspectiva Nueve Reinas puede ser pensada como una película industria en tanto la forma del relato se desarrolla de forma tradicional, es decir: principio, nudo o climax y resolución, a diferencia, por ejemplo, del film mexicano Temporada de Patos de Fernando Eimebeck. Así mismo, el tratamiento de imágen y la edición responden a las formas convencionales, es decir, se aleja de la experimentación plástica y visual a la que películas de autor como Tarnation o Los Rubios de Albertina Carri se atreven. Sin embargo, se podría decir que Nueve Reinas se corresponde con la categoría de Nuevo Cine de Latinoamericano en tanto el relato naturaliza la estafa como cuestión central de los países pobres.
Marcos (Ricardo Darín) y Sebastián (Gastón Pauls) son estafadores profesionales.
Son los personajes principales del film. Además Sebastián se hace llamar Juan para realizar las estafas. Marcos es un dentista que a causa de necesidad se dedica a engañar a la gente. Aparentemente Marcos ha enseñado y entrenado Sebastián para ser un gran estafador. No usa armas y siempre diferencia entre un ladrón y un estafador. Es astuto y arrogante, capaz de convencer a cualquiera de cualquier cosa. Egoísta y de personalidad camaleónica: al principio, desde el punto de vista del espectador, Marcos no parece ser una mala persona, al contrario, parece ser una persona confiable. Pero a lo largo del relato y finalmente, nos damos cuenta que no sólo realiza estafas por necesidad económica sino que es una persona que no tiene escrúpulos: le da igual estafar a un extraño que a su familia y amigos.
Sebastián es mucho más inteligente que Marcos y tiene la capacidad de ser un gran estafador pero tiene cargo de conciencia. El padre de Sebastián ha sido también estafador. Sebastián dice que no quiere dedicarse a la estafa y confiesa que no le ha quedado otra opción. Además, a diferencia de Marcos, es altruista; siempre está pensando en los demás, en su novia y en su padre que está en la cárcel. Es un hombre muy romántico y sentimental. Esto puede verse en la película cuando, por ejemplo, intenta recordar una canción que su mamá escuchaba cuando era pequeño, o cuando compra un juguete con el que él jugaba cuando era niño, el cual al final del film se lo regala a un niño pobre, o cuando regresa al hotel sólo para besar a su novia.
Si bien Marcos es un estafador profesional que logra estafar a todos, finalmente es él el estafado por todos. Sebastián en cambio pareciera ser incapaz de realizar estafas porque lo que mueve su accionar son sus sentimientos. El hecho de que finalmente se él el gran estafador no es una característica inverosímil ya que el móvil de su acción, beneficiarse economicamente sino recuperar el dinero que pertenecía a su novia.
En la película Nueve Reinas pueden distinguirse dos tramas. La trama principal de la película es la reconstrucción de la relación entre Sebastián y Marcos desde que se conocieron. El tema es la estafa; el detonante, el encuentro entre Sebastián y Marcos en el kiosco y la necesidad del primero de salir del problema en el que se había metido. Marcos explicita la necesidad que tiene el uno con el otro y le propone formar un equipo para realizar pequeñas estafas. El primer giro se da en el momento en el cual Sebastián parece sentir desconfianza del negocio que Marcos le propone. Le parece demasiado casual que el monto que necesitan para comprar las nueve reinas verdaderas coincida exactamente con el dinero que ellos poseen; el segundo giro, en el momento en que Sebastián se retracta y decide aceptar el negocio después de haber visitado a su padre que está en la cárcel. La cuestión central de la trama es si van a lograr o no el negocio, si van a ganar o perderlo todo. El clímax esta dado por el momento en el cual, camino al hotel para vender las falsas nueve reinas a Esteban Vidal Gandolfo (dueño de un holding y coleccionista de estampillas que tiene que salir del país con urgencia), dos carteristas en moto roban el bolso donde están las estampillas y las tiran al río. La trama se resuelve a partir de la decisión de comprar las estampillas verdaderas a la hermana de Sandler (una viuda de clase alta quién posee las nueve reinas, las cuales pertenecían a su esposo) corriendo el riesgo de no ganar tanto dinero como si hubieran vendido las falsas.
La trama secundaria gira alrededor de la relación de tres hermanos, Marcos, Valeria y Federico. Marcos ha estafado a sus hermanos y Valeria ha perdido la confianza en él.
El tema está dado por la necesidad de establecer una diferencia entre un estafador y un ladrón; el detonante la llamada Crisis Financiera del 2001. El primer giro se da en el momento en que Marcos le exige a su hermana que tenga sexo con Esteban Vidal Galdolfo para realizar la transacción; el segundo, en el momento en que Valeria finalmente acepta acostarse con Esteban Vidal Gandolfo sí y solo sí Marcos es capaz de revelarle a Federico, su hermano menor, que él lo ha estafado. La cuestión central de esta trama es el contexto socioeconómico que atraviesa la argentina. La falta de dinero, las deudas y problemas laborales. El clímax está centrado por el momento en el cual Sebastián y Marcos se dan cuenta de que lo han perdido todo, puesto que no han logrado cobrar el cheque a tiempo; la resolución, se da en el momento en que el espectador se da cuenta que Marcos ha sido el objeto de una gran estafa y que Sebastián, Valeria, Sandler y todo el resto de de los personajes, (con excepción de Federico) eran parte del complot.
Desde mi perspectiva Nueve Reinas puede ser pensada como una película industria en tanto la forma del relato se desarrolla de forma tradicional, es decir: principio, nudo o climax y resolución, a diferencia, por ejemplo, del film mexicano Temporada de Patos de Fernando Eimebeck. Así mismo, el tratamiento de imágen y la edición responden a las formas convencionales, es decir, se aleja de la experimentación plástica y visual a la que películas de autor como Tarnation o Los Rubios de Albertina Carri se atreven. Sin embargo, se podría decir que Nueve Reinas se corresponde con la categoría de Nuevo Cine de Latinoamericano en tanto el relato naturaliza la estafa como cuestión central de los países pobres.
Junio 2007

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