
A principios del siglo pasado Vaslav Nijinsky fue famoso como lo son ahora los "superstars". Él había inventado un estilo de baile que transformó el balet completamente. Nijinsky se movía de una manera muy graciosa de lado a lado en escenario y sus coreografías incluían saltos espectaculares y piruetas que ningún espectador antes había visto, y tampoco había podido imaginar. Con Nijinsky en el centro de la escena, repentinamente el balet se había convertido en un movimiento popular, y pronto todas las localidades se agotaban.
Pocos hombres habían imaginado que en menos de veinte años Nijinsky se hallaría en un hospital psiquiátrico, sin talento para expresar más que su locura. ¿No es trágico e irónico que un hombre que una vez pudo expresar todos sus sentimientos más tarde no pueda expresar nada en absoluto? Pero antes de que se hubiera enfermado escribió, como en un infiermo inmenso y como si hubiera una tormenta en su cabeza, por seis semanas unos diarios, los cuales nunca tendría tiempo para terminar. Mientras Nijinsky estaba internado en un hospital para locos, (mismo lugar donde moriría treinta años más tarde) su esposa luchó para publicar sus escritos.
Pasaron más de diez años antes de que fueran publicados y cuando al fin se publicaron la gente que los leyó pensó que se trataba de una broma y que Nijinsky estaba completamente loco. Problamente, tenían razón. Pero al mismo tiempo, esa es la razón por la cual los diarion son tan interesantes y la causa por la que toda la gente los debe leer: no sólo son una obra única y rara en la literatura sino que además funcionan como un estudio sobre la locura. Y, te juro, ningún escritor después de él ha escrito sobre la locura de la misma manera en que Nijinsky lo hizo; como si estuviera loco y también él lo supiera. En una de las más famosas citas de sus diarios, Nijinsky escribio: "Dios me dijo, dice tu esposa que estás loco".
Los diarios de Nijinsky funcionan como un autoretrato del loco, porque los escribió con la sinceridad de un loco, sin intentar esconder su locura.
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