No creo que haya sólo una razón para viajar. Me parece que hay más de una manera de viajar. Seguido, cuando me he quedado en posadas en otros países he pensado sobre eso y he recordado que la mayoría de los viajeros están viajando para coleccionar memorias, como si fuera una competencia. No se interesan por la vida cotidiana de las culturas que se visitan. Solamente quieren ver los templos más grandes, las tribus de indios más desconocidos, las torres más altas. Esa es una manera de viajar que para a mi me parece como visitar un zoológico, donde los animales más populares son los animales más diferentes y espectaculares. La razón por la cual yo he viajado por el mundo durante los últimos años no es primero para visitar lugares o para cazar un sueño, si no más bien para escapar de una pesadilla y para huir de lo inquieto que me siento si estoy en el mismo lugar demasiado tiempo. Que quiero decir que viajar no se trata sólo de descubrir países y culturas desconocidas, si no de descubrirnos a nosotros mismos.
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