jueves, 3 de junio de 2010

El lado oscuro del corazón por Edwin Latchford

"Me importa un pito que las mujeres tengan senos como magnolias o como pasas de uva... Pero en esto soy irreductible: no les perdono, bajo ningún pretexto, que no sepan volar. Si no saben volar pierden el tiempo conmigo."

Así empieza El lado Oscuro del corazón, una película argentina dirigida por Eliseo Subiela en 1992.

Una obra fundamentalmente romántica y al mismo tiempo con elementos propios del realismo mágico, llena de ideas poéticas y existencialistas, pero expresadas de una forma realista.

Oliveiro es un poeta que vive en Buenos Aires. A veces él tiene que vender sus ideas a agencias de publicidad para pagar cuentas,  o también intercambiar poesias por dinero en la calle. Parece invadido por la pasión de viajar, tanto en su vida como en sus relaciones, durmiendo siempre con distintas muchachas a las que enamora con su poesía. Esto es parecido a los trenes que compra, dan vueltas constantemente sobre la via.

Mientras está de vacaciones en Montevideo conoce a una prostituta, Ana, de quien se enamora. Pero ella tiene un caparazón sobre su corazón y quiere que la relación sea profesional. Cuando él llega a Buenos Aires otra vez, acepta un trato con una agencia de publicidad para ganar plata y poder estar con ella durante tres días. Pero aún así ella se resiste a su amor.

Mientras tanto, nuestro protagonista burla a la muerte, con quien habla continuamente, y me pearece que la muerte representa su lado racional, que siempre esta en contra del amor. Para rechazar a la muerte él le recita poesía, que representa el lado romántico de su corazón.

Lo cual nos lleva al punto central de la película: una historia de amor. Primero, ¿Qué significa volar? Podría significar el amor, pero no en el sentido tradicional. Él está buscando experiencias más profundas de las que le ofrece la vida cotidiana. Sus palabras finales, después de que la prostituta volara literalmente a España, son:

"Ana me partió el corazón. Pero al herirlo, lo creó. Nunca lo entendarías (...) Nunca hubiera podido pagarte esto que hiciste en mí. Illuminaste el lado escuro de mi corazón. ¿Por qué decidiste permenecer pobre, dejandome tan rico?"
 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

muy buen post

Anónimo dijo...

Coincido con Luis, el español no es mi lenguaje habitual, yo nací en Estados Unidos, ahora me encuentro viviendo en un apartamento en Buenos Aires y estoy aprendiendo mucho español. Por eso pude apreciar su posteo. Gracias por compartir. Saludos.