Cuando decidí viajar a Buenos Aires, mi vida no era tan buena. Si la veías desde
afuera, todoestaba bien.
Tenía un buen trabajo, una casa linda y estaba sana físicamente, pero no era feliz. Me parecía que nada o nadie podía hacerme feliz. Me sentía perdida y aburrida con la vida. Me moría por dentro. Creía que necesitaba un cambio, un cambio
muy grande y fuerte para cambiar y volver a vivir con pasión.
Decidí viajar por un año. Pensé que un año era
suficiente para buscar qué es lo
que quiero hacer por el resto
de mi vida.
Entre New York y Buenos Aires, elegí Bs As porque había pasado cinco semanas en NY antes y entonces ya conocía un
poco de esa ciudad, pero no sabia nada de Buenos Aires. Eso me hacía sentir
curiosa y quería ‘descubrirla’. Además, estoy siempre
interesada en la cultura de España y latinoamerica y quise aprender español. Me parecía que venir a Bs As me serviría.
Estudié español en la UBA por dos meses, después no
tome más clases, porque pensé que podía seguir estudiando yo misma pero no
funcionó bien. Deje de estudiar español y empecé a tomar clases de Tango. Eso,
bailar Tango, cambio mucho mi vida en Buenos Aires.
Eso me ayudó a hacer muchos amigos y me ayudó mucho a entender la cultura argentina.
El Tango y la vida son muy parecidos. Dicen que se
necesitan dos para bailar tango. Eso significa que no se puede bailar Tango
solo, que se necesita siempre otra persona. Eso quiere decir que no importa cuán bueno eres, sino poder seguir a un
otro. Lo más importante en el Tango es la conexión entre las dos personas que están bailando
juntas. Sin conexión, no hay tango, creo. Cuando existe conexión, el Tango
se vuelve un romance muy hermoso e inolvidable. Pero, eso solamente dura lo que dura una canción,
nada más. Cada pieza de baile es un romance distinto.
Los roles del hombre y de la mujer en el Tango son
conservadores comparado con las relaciones modernas. Él lleva, ella lo sigue.
En la sociedad moderna, todos son iguales. Pero, me gusta el rol de mujer en el
Tango porque no está permitido en muchos lugares como por ejemplo en el
trabajo. Soy una persona y una mujer. Me parece que me olvidé por mucho tiempo
como ser una mujer porque estuve muy ocupada con cosas y no tuve oportunidades
suficientes para ser romántica y sentirme sexy. El Tango me ayudó mucho a
volver a ser yo misma.
No bailé Tango por tanto tiempo porque estuve afuera
de Buenos Aires viajando a otras ciudades y países, pero el Tango siempre
estuvo en mi corazón en cualquier lugar donde estuviera.
Viajar a
Buenos Aires y bailar Tango son cosas que cambiaron mi vida mucho.

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