El martes pasado a la mañana fui con mi amigo Michael a Tandil para visitar la cuidad y las sierras de Tandil. El viaje duró 5 horas y media. Pero no es tan lejos, después de dos horas habíamos hecho solamente 61 kilómetros porque había muchas paradas alrededor de Buenos Aires. Llegamos a la 1 y 35 y nos encontramos con Iris que nos llevó a nuestro albergue en coche. Nos quedamos en un B&B en el centro de la cuidad donde vivían los dueños y dos perros, uno era muy amable y el otro también, pero era un poco indisciplinado porque tenía solamente 4 meses.
El hacía frió y estaba muy nublado pero no podía cambiar nuestros planes. Fuimos almorzar en un restaurante y después fuimos al museo de Bellas Artes. Estábamos mirando las pinturas cuando una viaja que tenía más o menos ochenta años nos habló. Ella era la artista de las acuarelas que exhibían allá. Hablamos un poco con ella y con su hijo que la acompañaba y ella nos dio su autógrafo. Después fuimos al castillo a pie, subiendo muchos escalones. La vista del castillo – que era en hecho un restaurante – era buena así que esperamos hasta ver la puesta de sol con una cerveza que compartimos.
Cenamos un poco tarde en un restaurante notable que se llama Época de Quesos y comimos unos quesos! El edificio, donde está ese restaurante, fue fundado en 1860 entonces el interior era muy antiguo pero muy hermoso y cómodo, con un fuego de madera encendiendo.
Al día siguiente caminamos a La Centinela donde hay una aerosilla para ver el paisaje. Tardamos más o menos una hora para llegar y cuando por fin lo hicimos escuchamos una noticia que decía: No hay aerosilla hoy. Pero vimos la piedra centinela y la vista de la cima de montaña. Luego volvimos al centro de la ciudad hacia el lago y después hacia el Cerro Del Libertador – Gral. San Martín. En todas las ciudades en Argentina hay estatuas de San Martín y su caballo y en todos los casos él está montado al caballo. Pero en esta estatua el está de pie enfrente de su caballo y por eso es distinta de otras estatuas.
Luego fuimos a andar a caballo. Fuimos con otro par de viajeros y nuestro guía, que se llamaba Gabriel, al Cerro del Tigre: una reserva natural que queda un poco afuera de la ciudad. No había nadie ahí. Solamente llamas, ciervos, liebres, guanacos y nuestros caballos. La vistas del cerro era impresionante y el silencio también. Volvimos al campo donde se quedan los caballos y nos sentamos al lado de un fuego a escuchar a Gabriel que tocaba la guitarra y cantaba canciones folklóricas.
Esa noche cenamos en un restaurante tenedor libre que se llamaba Lo de Martín, la comida era muy buena y los mozos muy amables. El tiempo durante el día fue inestable pero no hubo lluvia.
El próximo día, el jueves, el clima era perfecto. Hacia calor y el cielo estaba azul y entonces después el desayuno caminamos con espíritu ligero hacia El Cerro Movediza. La piedra movediza cayó en 1912 pero el gobierno de los Peronistas decidió que sería bueno hacer una piedra nueva para esta Radical ciudad y entonces, en 2007 ellos hicieron una piedra como la original, y la deajron sobre las rocas.
Después volvimos al centro y almorzamos tarde en otro tenedor libre y luego fuimos de nuevo al castillo. Tomamos el té y disfrutamos la vista de la ciudad y las sierras de Tandil y la pampa. Después de una hora fuimos a comprar los pasajes de micro para ir a Buenos Aires al día siguiente. El cielo nos dijo que haría calor el viernes y podríamos caminar con una guía, que se llama Ana, en el campo.
Pero el tiempo estaba feo el viernes. Llovió mucho y entonces no fue posible caminar en el campo ni por otro lugar porque había demasiada lluvia. Entonces cortamos por lo sano y decidimos volver a Buenos Aires un poco más temprano. A pesar del tiempo nosotros tuvimos unas buenas vacaciones en Tandil y recomendaríamos esta ciudad para unas vacaciones cortas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario